Descubrir esos silenciosos rincones, donde confluyen símbolos, ideas, se enfrentan luces, materiales, vestigios de lo que fue. Ver lo que a simple vista no se ve, es un ejercicio apasionante. Desde TeresaHerreroLiving hemos querido descubrir, para vuestros ojos, esos pequeños detalles que a veces pasan desapercibidos, pero que tienen vida emocional propia.
Durante 28 años y 55 ediciones creo que solo me he perdido una edición de Casa Decor. Me encanta disfrutarlo en distintas fases. Sorpresa, degustación, y retrogusto. Me gusta volver a mirar lo visto. Entrar en los espacios cuando vacíos de público y profesionales, se quedan solos y mudos enfrentados a su propio micro cosmos. Cuando consigo abstraer la mirada de tanto ruido visual y me hago con el silencio, encuentro espacios o relaciones espaciales que me transportan a lugares insospechados. Un perfecto viaje sensitivo y emocional.
Este año, cuando ya creía que no iba poder hacerlo, finalmente ha sido posible. Y más emocionante que nunca, volver a pisar aquellos ambientes creados para brillar, y no para resistir a la larga oscuridad. Regresar a los lugares donde se ha detenido el tiempo. Ha sido emocionante volver a descubrir espacios y detalles mágicos, envolventes, silenciosos, bellos, inquietantes, sutiles o rabiosos, pero siempre especiales. La selección ha sido complicada y me he dejado cosas fuera, pero os puedo asegurar que estos pequeños detalles que os presento ya forman parte de mi memoria de Casa Decor 2020. Disfrutadlos.















La foto que abre el reportaje es el espacio L’Entree del interiorista Fabián Ñíguez, autor de la escultura. Si os ha gustado y queréis ver con más detalle éste mismo, algunos de estos y otros diferentes, en esta misma página tenéis mi selección de esta edición, Casa Decor 2020. En total, 18, pinchad aquí
CasaPhotos: Carlos Gutiérrez y cortesía de Casa Decor