Los colores del cielo y el mar mediterráneo han inspirado al arquitecto Gae Avitabile, este azul y poético y bar en la costa de Lacio (Italia)
Interior y exterior se funden en un poético homenaje al Meditérraneo. El azul del cielo y del mar, las paredes blancas, las texturas, los colores de la bella Sperlonga, ciudad encaramada sobre un espolón rocoso en la Riviera di Ulisse, en la costa del Lacio (Italia). Y todo ello, muy bien mezclado por el arquitecto y diseñador Gae Avitabile. Un combinado de poesía y un canto al mar, el cielo y la belleza natural de la zona en un pequeño bar de cócteles, Civico 29.

El arquitecto y diseñador Gae Avitabile ha dirigido el proyecto de interiorismo. Un proyecto pequeño en escala, 50 m2, pero con un fuerte impacto visual. Su eje: las texturas, los colores y los sonidos de la zona. Para realizarlo eligió dos colores: azul claro y blanco y pocos materiales muy sencillos. Y a destacar, el original suelo, ladrillos rellenos de cal, y especialmente, las cortinas azules de aluminio de la firma de Tarragona, Kriskadecor.

La primera decisión de Gae en el pequeño local fue eliminar los elementos de las ventanas preexistentes. Una solución espectacular que rompe las barreras entre el interior y el exterior, y potencia el contacto con el paisaje. Así, sin nterferencias, el mar se cuela entre la barra y el salón. La brisa marina puede respirarse tanto dentro como fuera.

La original elección de los revestimientos y el mobiliario realza la presencia del paisaje marítimo en el interior del bar. Las paredes están cubiertas con la cortina de malla de aluminio de Kriskadecor, que al moverse con el viento, crea un sonido que recuerda a la brisa de la costa. El suelo, con los tradicionales ladrillos huecos, rellenos de cal blanca y cubiertos con resina. El arquitecto los utiliza de una forma inovadora, evoca la artesanía perdida.

La barra, realizada a medida en madera, tiene una forma que evoca el movimiento de las olas. Sinuosa y escultural, es una es una referencia implícita al mar Mediterráneo y se inspira en las grandes obras arquitectónicas de la zona. Está iluminado con la mítica lámpara Falkland.

La lámpara Falkland, fue homenaje de Bruno Munari a las nasas de los pescadores. Está diseñada en 1964 y la edita Danese. Está encapsulada en una estructura de malla metálica suspendida sobre la barra. Un toque de blanco a tono con la paleta de azul y terracota, reiterando los colores del paisaje de esta preciosa costa italiana.

Y como broche, el baño. Un pequeño espacio, tras la cortina, vestido con un papel pintado con motivos exóticos. Es un vinilo, efecto tela, diseño de Cristiana Masi para Casamood. Una referencia a la nostalgia de los viajes y una invitación a buscar simbólicamente nuevas inspiraciones más allá del mar, en otros lugares lejanos.

El proyecto de interiorismo revela el savoir faire de Gae Avitabile. Y es que el arquitecto trabajó en Francia con Christophe Pillet antes de volver a Italia y trasladarse al sur, donde vive y se inspira. En él se revela su profundo conocimiento de materiales locales y sus posibles usos alternativos. Una experiencia patente en este espacio que combina a la perfección el paisaje y la arquitectura.
Photos: Carlo Oriente