El estudio valenciano Masquespacio, formado por Ana Hernández y Christophe Penasse, ha optado por el estilo industrial para crear esta residencia en Bilbao. Y emplea el contraste entre tonos fríos y cálidos para delimitar sus distintos espacios
La Residencia Universitaria Resa San Mamés, situada junto a la nueva estación de autobuses de Bilbao. Cuenta con 1.850 m2 y 352 habitaciones. El Grupo Greystar-Res, empresa líder en este sector, encargó al estudio valenciano una estrategia visual para unificar la imagen de todas sus residencias. Y posteriormente crear nuevos espacios.

“Durante la fase de desarrollo del manual de marca y de definir la estrategia visual de las residencias de Resa, vimos la necesidad de aumentar el espacio para que los estudiantes puedan realizar muchas actividades en común.”
Christopher Penasse, cofundador de Masquespacio

Para conseguirlo han mantenido un gran espacio diáfana en el que las diferentes zonas estén conectadas entre sí. Además en ciertas áreas, como las salas de estudio, colocaron paredes de vidrio flexibles y estructuras con cortinas que pueden cerrarse para mantener la sala en silencio u organizar eventos desvinculados del resto de los espacios.

En cuanto al diseño, parte de la base de buscar soluciones creativas a un presupuesto limitado. Por ello Masquespacio se involucró en la parte inicial de la construcción del edificio seleccionando algunos acabados de las paredes como los ladrillos y el suelo de base de hormigón. Así se evitan la instalación de materiales adicionales. Igualmente optaron por dejar las tuberías a la vista. De esta forma y a través de la técnica del color block han creado un ‘look’ contemporáneo y con un toque high tech (hormigón, ladrillos, conducciones vistas) con intensos focos de color que hacen que Resa San Mamés sea un lugar dinámico luminoso y vital.

“Utilizando la técnica del ‘color block’ pudimos dotar el espacio de una fuerza visual. Y a la vez marcar una distinción por cada una de las zonas en este espacio abierto.”
Ana Hernández, directora creativa de Masquespacio


Una de las brillantes aportaciones de Ana Hernández y Christophe Penasse al espacio ha sido el uso de la técnica del blocking o color block. Una tendencia que, como tantas otras, ha saltado del mundo de la moda a la decoración. Consiste en combinar diversas piezas o superficies de diferentes colores en la escala de color, todos en tonos muy intensos. Es una técnica arriesgada, porque no es fácil encontrar colores vivos y complementarios, que funcionen bien. Masquespacio sin duda la domina y la ha aplicado con soltura a esta moderna residencia del centro de Bilbao.


En las habitaciones se mantuvo la distribución y el mobiliario de la marca, eligiendo una paleta de azules y grises y un diseño más neutral. En cambio los pasillos, por ejemplo se pintaron en amarillo. Y es que la paleta de colores que Masquespacio ha elegido para las zonas comunes son colores más humanos, “buscando contrastar colores cálidos como el azul y el verde con alguno más frío como el rojo«. La señalítica también se ha adaptado a la medida del espacio.


En cuanto al mobiliario y la iluminación, la mayor parte son diseños de Masquespacio y otros de firmas pero customizados a la medida del espacio. Hay piezas de Sancal (la Roll de Mut Design), de Pedrali, Fatboy entre otros.

Hay que destacar por último la terraza en la que se ha mantenido la técnica del del color block tanto en los suelos y las paredes como él mobiliario con el fin de crear un impacto visual en los exteriores.

Si os ha gustado podéis ver otro espacio de trabajo de Masquespacio, un coworking retro en Valencia pinchando aquí
Fotografía y más info: Masquespacio